viernes, 21 de octubre de 2011

Acróstico


          

             Caminando errante


             huyendo del hastío,


             en búsqueda constante,


             libre de ataduras,


             olvido y vivo .

Texto : Chelo  
 
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domingo, 16 de octubre de 2011

Paradojas


   El término paradoja viene del griego (para y doxos) y significa "más allá de lo creíble".
   Para muchos, una paradoja es algo que a primera vista parece ser falso pero que en realidad es cierto; o que parece ser cierto pero que en rigor es falso; o sencillamente que encierra en sí mismo contradicciones.
A menudo se llega a paradojas cuando se contradice el denominado principio del tercero excluido, que afirma lo siguiente:

cualquier enunciado proposicional es verdadero o es falso, pero no se pueden dar ambas cosas simultáneamente.

   Se llaman paradojas matemáticas a ciertos resultados notoriamente falsos que parecen deducirse de demostraciones rigurosas, pero durante las cuales se ha efectuado una operación que no tiene sentido, o un razonamiento erróneo, o una construcción geométrica cuyo trazado no es correcto.
   Las paradojas matemáticas, como las científicas, pueden ser mucho más que amenidades, y llevarnos hasta nociones muy profundas. Así la conocida paradoja del barbero no es mas que la popularización de la paradoja que presentó Bertrand Russell (filósofo y matemático británico ,1872 - 1970) y que convertía en contradictoria las bases de la obra científica de Frege (matemático, filósofo y lógico alemán 1848-1925)

Paradoja del barbero popularizada por Bertrand Russell en 1918, su argumento es el siguiente: 

El único barbero de la ciudad dice que afeitará a todos aquellos que no se afeiten a sí mismos.
Pregunta: ¿quién afeitará al barbero? Si no se afeita a sí mismo será una de las personas de la ciudad que no se afeitan a sí mismas, con lo cual debería de afeitarse, siendo por tanto una de las personas que se afeitan a sí mismas, no debiendo por tanto afeitarse.


Y para mis amigos  de letras

Paradoja del Quijote o Paradoja de Sancho Panza  se refiere a un episodio del gobierno de Sancho Panza en la ínsula Bataria.

Paradoja de Sancho Panza

He aquí, pues, la cuestión que cierto día ofreció un forastero al juicio y sentencia de Sancho Gobernador:
- Señor, un caudaloso río dividía dos términos de un mismo señorío... Y esté vuesa merced atento, porque es caso es de importancia y algo dificultoso. Digo, pues, que sobre este río estaba una puente, y al cabo de ella una horca y una como casa de audiencia, en la cual de ordinario había cuatro jueces que juzgaban por la ley que puso el dueño del río, de la puente y del señorío, que era de esta manera:

"Si alguno pasare por esta puente de una parte a otra, ha de jurar primero a dónde va y a qué va; y si jurare la verdad, déjenle pasar, y si dijere mentira, muera por ello ahorcado en la horca que allí se muestra, sin remisión alguna"

Sabida esta ley y la rigurosa condición della, pasaban muchos, que luego en lo que juraban se echaba de ver que decían la verdad, y los jueces los dejaban pasar libremente.

Sucedió, pues, que tomando juramento a un hombre, juró y dijo, que para el juramento que hacía, que iba a morir en aquella horca que allí estaba, y no a otra cosa.

Repararon los jueces en el juramento y dijeron: 

- Si a este hombre le dejamos pasar libremente, mintió en su juramento, y conforme a la ley debe morir; y habiendo jurado la verdad, por la misma ley debe ser libre. 

Pídese a vuesa merced, señor gobernador, ¿qué harán los jueces de tal hombre? que aun agora están dudosos y suspensos; y habiendo tenido noticia del agudo y elevado entendimiento de vuesa merced, me enviaron a mí a que suplicase a vuesa merced de su parte, diese su parecer en tan intrincado y dudoso caso.


Como era previsible, que ninguna decisión hará cumplir la ley. ¿Qué hacer entonces?
¿cómo lo resolvió Sancho la  irresoluble paradoja ?

Amigos  la solución donde debe estar,  en las páginas del Quijote

En su  texto de Álgebra, Godement ( matemático francés 1921 ) enuncia la misma paradoja de esta otra forma :

"Los caníbales de una tribu se preparan a comerse un misionero. Deseando demostrarle una vez más su respeto a la dignidad y a la libertad humana, los caníbales proponen al misionero el decidir él mismo de su suerte haciendo una breve declaración; si ésta es verdadera, el misionero será asado, y si es mentira será hervido. ¿Qué debe decir el misionero para salvar su vida? (según CERVANTES)." 

La referencia "según Cervantes" es del todo justa, porque aunque el problema parezca distinto al de Sancho, es matemáticamente idéntico.  Es frecuente enunciar las paradojas de distinta forma aunque tengan el mismo fondo matemático  

miércoles, 12 de octubre de 2011

Nada

Lienzo Atardecer pintado por Carmina
 
Nada que vuela en el viento,
nada que flota en el agua,
nada que vela en la noche,
nada que duerme en el tiempo.

Nada que sueña despierto,
nada que vive muriendo,
nada que siente insensible,
nada con calor de hielo.

Nada porque nada da,
nada que no tiene nombre,
nada que bebe la  lluvia,
nada que juega a pequeño.

Nada, ni casa, ni dueño,
nada que no tiene nada,
nada en el horizonte,
nada dentro de mi pecho.

Así soy yo...


 Escrito por Carmina ( mi hermana)

sábado, 8 de octubre de 2011

El encuentro



 He aprovechado mi escapada a Sevilla para tener un encuentro con  Francisco Espada 
   A Francisco Espada  siempre le he tenido  mucho respeto un poco por el porte tan serio que tenía en su perfil,  y otro mucho por el nivel de sus escritos, eso hacía que tuviese bastante miedo escénico ante la perspectiva de encontrarnos.
   
   Los estábamos esperando Javier, Carmina (mi hermana) y yo. Sabíamos que Francisco vendría acompañado de una chica guapa, según nos había anunciado.
   
   Fue mi hermana quien los vio primero, yo di un salto y mis palabras al verlo fueron: “pero si estás hecho un chaval” y las acompañé de un fuerte  abrazo.
   
   A partir de ahí todo vino rodado. Como todo el mundo sabe al lado de un gran hombre siempre hay una gran mujer, sí, esa chica  guapa que lo acompañaba, no era otra que Pepita, su mujer,  me lo puso  muy fácil  ya que  al ser una persona alegre, abierta, espontanea  hizo que  desde el primer momento el encuentro discurriera como si se tratase de una reunión de viejos amigos.  
   
   Ella hablaba y su conversación emanaba cordialidad y  confianza, nos contó que es la primera que lee  y da el visto bueno  a  las publicaciones de “Días de aplomo”, que nos conoce a todos. Habla de nuestros comentarios, de como los espera y entre medias nos cuenta cosas de sus hijos, de su nieto, de sus preocupaciones e inquietudes, nos muestra fotos. Paseamos  y, cogidas del brazo,  seguimos hablando.

   Francisco es un hombre afable que transmite paz y serenidad al hablar  que al igual que en sus publicaciones y comentarios mide sus palabras para no hacer daño ni a presentes ni ausentes, es un hombre bueno.

   Habían pasado las once de la noche,  al  decirnos adiós Pepita se emociona, sus ojos se humedecen, nos fundimos en un abrazo del que se separa para decirnos que nos espera en Marbella.


Pepita y Francisco, muchas gracias por vuestra acogida y sobretodo muchas gracias por ser como sois, una pareja encantadora. 


Para  los que no conocéis a Francisco os dejo el enlace a una publicación que os puede ayudar a conocerlo un poco.



miércoles, 5 de octubre de 2011

Otoño en Sevilla

Imagen creada  por Abo Mary  para este blog  

Hacemos una escapada  a Sevilla y desde allí os mando este poema de la escritora sevillana Mercedes A. Alexandre


Otoño sevillano

Dorada está mi Sevilla,
las hojas se van cayendo
y empujadas por la brisa
sobre albero van muriendo.
Las ramas hacen sonidos
de sarmientos encendidos
y las hojas al sentirlo,
suenan a besos partidos.

¡Qué bonita es mi Sevilla!
Con sus cabellos al viento
y  las flores, antes prendidas,
ahora adornando lo suelos.

Los cuerpos no tienen frio,
aún tienen en su piel
ese calor del membrillo 
y  bendicen al otoño
por dejar al Sol vencido.

Los panderos van al cielo.
Los columpios se están meciendo.
Los diábolos parecen
lazos lanzados al viento .
¡Qué bonita es mi Sevilla!
cuando la cubre el otoño
con ese abrigo suave
hecho de hojarasca de oro.

Día de los difuntos;
o como decía el pueblo,
- Hoy es día de los muertos –
Velos cubriendo mejillas.
Y cientos de crisantemos
sobre tumbas de toreros.

A “San Fernando” ya llegan
por caminitos de tierra
las mujeres andaluzas,
mostrando dolor y pena .
Ya no cantan, sólo rezan.
Es como si Romero Murillo
su estudio hubiera dejado
con todas las puertas abiertas.

¡Qué bonita es mi Sevilla!
Parece que el viento la enciende
cuando en los atardeceres
el Sol hecho una naranja
lentamente se nos muere.

No tengo fotos de Sevilla